Exposición: Eric Baudelaire (Profundidad de campo)

The Glove

Eric Baudelaire (Salt Lake City, Estados Unidos, 1973) es artista visual y cineasta. Sus películas se han mostrado festivales como FIDMarseille, Locarno, Toronto, New York, Punto de Vista, Documenta Madrid y Rotterdam. Su práctica basada en la investigación también se ha desarrollado en forma de instalaciones que incluyen fotografías, grabados, performances, publicaciones y proyecciones. Ha realizado exposiciones individuales en museos y centros de arte como el Centro Pompidou, París, Witte de With de Rotterdam, Fridericianum de Kassel, Berkeley Art Museum, Kadist Art Foundation de San Francisco, Bétonsalon de París, Bergen Kunsthall, Beirut Art Center, Gasworks de Londres, y The Hammer Museum de Los Ángeles. Sus películas e instalaciones se encuentran en las colecciones de museos como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, MACBA de Barcelona, Centro Pompidou de París, Museum of Modern Art o el Whitney Museum of American Art de Nueva York.

¿QUÉ HACER, QUÉ FILMAR? 

¿Qué hacer? Durante cuatro años, el cineasta y artista Eric Baudelaire visitó en varia ocasiones a un grupo de estudiantes del liceo Dora Maar de París, para rodar con ellos una película. Durante esos cuatro años, tiempo suficiente para verles crecer, cambiar, madurar, alejarse y acercarse, ni Baudelaire ni los alumnos dejaron de preguntarse qué estaban haciendo, o en qué consistía y para qué servía una película. La vieja pregunta revolucionaria de “¿qué hacer?” volvía una y otra vez, poniendo en cuestión las estructuras cinematográficas de poder, identidad y representación. Era el año 2015, y la ciudad entera vivía conmocionada por los ataques terroristas de ese noviembre. Los cuerpos de los jóvenes, sacudidos con violencia en su despertar al mundo, recogían las ondas expansivas del dolor mientras luchaban por encontrar la forma cinematográfica justa: la que les representara a la vez de forma colectiva e individual. La que les respetara, les interrogara, les reconociera. ¿Quién hace, por qué, para qué? ¿Qué es una película, qué es un documental o una historia de ficción? El resultado de este complejo y colaborativo proceso de cuestionamiento es Un film dramatique (2019), el largometraje más reciente de Baudelaire, que se presenta por primera vez en Madrid. 

Un film dramatique (2019) es la pieza central de la instalación audiovisual situada en la Nave 0 de Matadero. Esta exposición, realizada en colaboración con Documenta Madrid y Cineteca Madrid, presenta otros tres trabajos más recientes de Baudelaire que exploran temas recurrentes y de actualidad como son los paseos por el paisaje urbano en tiempos de crisis, la mirada a través del formato vertical de las cámaras móviles, las formas sutiles en las que lo real puede aumentarse o realzarse jugando con el sonido, el movimiento, los accesorios o el encuadre. En un momento de restricciones y control estatal sin precedentes, quizás la mejor manera de captar qué es Francia hoy en día es vagar por sus calles.

Los escolares son el cuerpo y el alma de Un film dramatique, mientras se documentan a sí mismos y a su vida cotidiana. Exploran la escuela, sus hogares, el área circundante y más allá, así como su  imagen y su deseo de actuar o hablar ante la cámara. Ese material se complementa con debates con el propio Baudelaire sobre la Francia contemporánea, ya sea el terrorismo, el surgimiento del Frente Nacional, el racismo, las diferencias y las complejidades del origen versus la nacionalidad. Durante todo el proceso, nunca dejan de hablar sobre su proyecto, ni del cine por extensión, una meta-discusión que Baudelaire alimenta al pedirles que representen escenas de películas clásicas o que jueguen con las convenciones del sonido sincrónico. Y los jóvenes se preguntan qué tipo de película están haciendo. Una pregunta sin una respuesta fácil: una crónica del país desde los márgenes, un ejercicio lúdico de meta-cine o un diario coral serían descripciones igualmente adecuadas. Pero a medida que pasan los años, la cámara agitada se vuelve más estable, y los alumnos van desapareciendo del proyecto, el tiempo se convierte en el verdadero protagonista de la película, un tiempo del que ni la vida ni el cine pueden escapar.

Como su título sugiere, Prélude à Un film dramatique (2019) está concebida como una introducción al largometraje posterior, incluso si difiere considerablemente tanto en forma como en intención. La pantalla en negro se alterna con breves fragmentos impresionistas de video filmado en el formato vertical de un teléfono móvil, mientras se escuchan las voces de los escolares, algunas veces por el canal derecho, otras por el izquierdo y, a veces, hablando entre sí. Las imágenes cotidianas de la escuela, las calles, los parques y las plazas del mercado se transforman en pasajes más líricos de follaje visto desde la ventana de un tren, gaviotas posadas en un poste de luz o incluso la erupción de un volcán, mientras la charla constante que las acompaña salta entre asuntos personales y las necesidades y ramificaciones del proyecto. Si el largometraje es un documento de la colaboración a lo largo del tiempo, el corto es una evocación más abstracta de las imágenes y los procesos de pensamiento desatadas por el camino.

Walked the Way Home (2018) está filmada en el mismo formato vertical del teléfono móvil que Prélude à Un film dramatique, pero centra su atención en un aspecto diferente de la vida cotidiana en la Europa actual: la presencia de soldados fuertemente armados en el espacio público. Baudelaire no se limita a presentar una recopilación de armas, uniformes y expresiones solemnes capturadas en las calles de París y Roma, sino que ralentiza el metraje hasta provocar un escalofrío inquietante, y la calidad irreal de su movimiento se amplifica aún más por la canción de Alvin Curran, que da nombre a la película. Trabajando con Claire Atherton, la montadora de Chantal Akerman, crea el mismo flujo fluido de imágenes que también caracteriza la dramaturgia de Un film dramatique. Walked the Way Home es un recordatorio aleccionador de la facilidad con la que nos acostumbramos a las cosas, y una ilustración de cómo las manipulaciones cinematográficas más simples pueden permitirnos verlas como realmente son.

Las calles de París durante un diferente estado de emergencia son el telón de fondo de The Glove (2020), que Baudelaire filmó durante el confinamiento primaveral de 2020 causado por la crisis sanitaria de la Covid-19. Un guante quirúrgico, blanco e inflado, sale volando de un apartamento parisino, salta por una ventana, aterriza en el patio y se escapa a dar un paseo por una ciudad soleada habitada por palomas, coches estacionados y tiendas cerradas, y donde las multitudes parecen algo del pasado. Acompañada una vez más por la música de Alvin Curran y la edición de Claire Atherton, esta miniatura irónica es otra reflexión sobre la vida cotidiana en tiempos excepcionales y sobre cómo una intervención absurda resalta todavía más el sentimiento de estos tiempos. 

Cecilia Barrionuevo, James Lattimer y Gonzalo de Pedro.

 

Programaciónde Exposición: Eric Baudelaire (Profundidad de campo)

 
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13 2019
Eric Baudelaire
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8 2020
Eric Baudelaire
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114 2019
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Finalizado
26 2018
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