Producción televisiva en la que Sarah Maldoror se propone utilizar un cine popular y cómico para combatir los estereotipos racistas. Con ribetes de comedia, la película cuenta la cotidianidad del desplazamiento, la vida de los africanos en París y se burla de las identidades cerradas nacionales a partir de algo supuestamente tan francés como el saber gastronómico.
Francesa de origen antillano, el cine de Sarah Maldoror es una forma de poesía dedicada a traducir el movimiento cultural, social y político de la negritud a imágenes y sonidos. Una nueva sintaxis visual y narrativa para una identidad otra. Su obra comienza en el teatro -Les Griots, primera compañía dramática íntegramente negra-, tras estudiar cine en Moscú se incorpora a los movimientos internacionales de descolonización. En estos, su trabajo estará a la par de los ensayos de teóricos como Fanon o Amílcar Cabral, siendo uno de las manifestaciones fílmicas más rotundas del sur global. Tras esta etapa guerrillera, Maldoror se acercará a la identidad negra a través del movimiento cultural, político y social de la negritud, fundado por los poetas Aimé Césaire, Leopold Senghor y Léon Damas, hasta tal punto que pensará su cine como una manera de traducir a imágenes la palabra poética de estos escritores. Su obra abarca cine de ficción, documental en un amplio sentido (reportaje, retratos, paisajes) y teatro.